Automatización para todas las oficinas
La maquinaria de Apple está bien engrasada
Apple es analizada constantemente en todo el mundo, con continuos debates sobre si es una empresa buena o excelente. Nosotros no hemos profundizado tanto en el asunto, pero sus resultados del tercer trimestre fiscal nos han hecho reflexionar sobre las cuentas de resultados de nuestros propios clientes. En resumen, con unos ingresos de 86.000 millones de euros, obtuvieron un beneficio bruto de 40.000 millones de euros y más de 20.000 millones netos. Apple es una máquina afinada cuya marca le permite fijar el precio de sus productos muy por encima del margen tradicional del 10%.
El precio de venta se compone de algo más que los costes de producción
¿Cómo se relaciona todo esto con las operaciones de una empresa quizás más pequeña? Generalmente, cuando hablamos de fijación de precios, hablamos de fijarlos en función de los costes de producción. Calculamos con precisión los costes de producción y añadimos el margen deseado. Al margen, añadimos los costes fijos de la empresa, que suelen basarse en datos históricos. El cliente decide entonces si nos compra a nosotros o a un competidor.
Centrarse en los costes de producción puede cegar
Pocas empresas se han planteado qué características añaden valor al cliente y cuánto. Por supuesto, las operaciones empresariales deben ser rentables, y los costes deben conocerse, pero ¿Nos estamos matando por vigilar demasiado de cerca los costes de producción? ¿El cálculo preciso de los costes de producción desvía la atención de algo más importante? Sigo creyendo que hay que optimizar la producción, pero ¿Tenemos algo más que optimizar además de la producción: Dónde se esconde el pez gordo?
Apple también es eficiente en la oficina
Echamos otro vistazo a la visualización de los resultados de Apple y a esas corrientes rojas. En una ocasión, un miembro del consejo de administración dijo que había que detener la hemorragia, es decir, que había que reducir la corriente roja de la imagen. Los gastos de explotación de Apple fueron de 14.000 millones de euros, de los cuales 8.000 millones correspondieron a I+D. Así que los gastos de explotación rondan los 6.000 millones de euros, es decir, el 7% de los ingresos. Esto cubre todos los gastos generales. Apple hace funcionar su máquina con unos costes que suponen menos del 10% de los ingresos. Si fuera el 20% o el 40%, la corriente verde sería muy delgada. Por supuesto, en una gran empresa, los costes se reparten entre unos ingresos mayores, pero aun así, los gastos de funcionamiento son pequeños, lo que significa que la operación es eficiente.
Automatización también en oficinas pequeñas
Sabiendo esto, ¿Cómo se pueden reducir los gastos de explotación? El truco es sencillo. A medida que crecen los ingresos, los costes fijos no deben aumentar. La empresa debe ser escalable, lo que significa que, a medida que crecen los ingresos, no debe contratarse más personal en proporción al crecimiento. De este modo, no hay necesidad de alquilar más espacio de oficina ni de comprar más ordenadores portátiles, coches de empresa o vales de comida.
A medida que aumenta el volumen de pedidos, no debe aumentar el papeleo
La automatización contribuye a agilizar la producción y también ayuda en la oficina. Cuantas menos personas intervengan en el proceso de oferta, conversión de la oferta en un pedido y paso del pedido a producción, más escalable será su negocio. En una cadena totalmente automatizada, el propio cliente hace el pedido en la tienda online el lunes, lo paga en el momento de hacer el pedido y éste pasa automáticamente a la cola de producción para el martes por la mañana. La situación del flujo de caja también es óptima. El dinero está en manos del fabricante antes de que se haya incurrido en ningún coste específico para el cliente.
Desarrollar donde tenga mayor impacto
Hay que desarrollar la producción, pero ¿Hay que calcular esta caída si es posible racionalizar las operaciones de la empresa en términos de costes fijos? Si sus propios recursos no son suficientes, estaremos encantados de participar en el ejercicio de Excel. Tomemos la última cuenta de resultados y creemos a partir de ella un río de corrientes rojas y verdes. Y entonces, podremos considerar dónde ir a pescar.